Ayer, después de casi 20 años de inacción, entró en vigor en la Unión Europea la prohibición de tres insecticidas demostradamente peligrosos para las abejas.
Aunque es un paso muy importante y decisivo, sin duda no es suficiente
para que las abejas y el resto de polinizadores vuelvan a volar
tranquilas y puedan seguir haciendo lo que mejor saben hacer, polinizar.
Es,
sin duda, la demostración de la voluntad de la Comisión Europea de
salvaguardar estos insectos imprescindibles para el equilibrio
ecológico, para la agricultura y por lo tanto para que nuestros platos
se puedan seguir elaborando con una diversidad de alimentos nutritivos y
llenos de colores.
Recuerdo que al menos una tercera parte de
lo que comemos depende de la polinización y, en particular, de la
efectuada por las abejas… ¡las más de 20.000 especies de abejas que
existen en el mundo!Sin embargo, la prohibición de los
tres neonicotinoides (la clotianidina y el imidacloprid - el insecticida
más vendido en el mundo - de Bayer y el tiametoxam de Syngenta) tiene
muchos “peros”: se trata de una prohibición temporal (dos años a partir
de ayer) y parcial (no se aplica a todos los cultivos ni a todos los
usos).
Aquí puedes consultar un análisis exhaustivo de la prohibición.Esta
prohibición debe ser reforzada, debe ser permanente y total, además hay
muchos otros plaguicidas peligrosos para las abejas y demás
polinizadores, como los identificados en nuestro informe “El declive de las abejas”.
Por otro lado, para que las abejas, bien cómo los demás seres vivos,
como nosotros, puedan vivir saludablemente es decisivo abandonar las
peligrosas prácticas de la agricultura industrial y apoyar decididamente
la agricultura ecológica.
Pero,
¿qué puedes hacer tú? Puedes empezar por firmar nuestra petición para que se adopten medidas más contundentes para
proteger a las abejas y demás polinizadores y votar a Syngenta,
Bayer y BASF cómo las peores empresas del Planeta.
Para colmo, estas empresas demandaron a la Comisión Europea por la
prohibición que entró en vigor ayer… es que cada euro cuenta para
engrosar sus ya multimillonarias cuentas bancarias, aunque signifique
eso matar a las abejas.
Aquí puedes ver muchas otras cosas que puedes hacer.Termino con las palabras del Comisario Europeo de Salud,
Tonio Borg, como señal de esperanza y de que, cuando quieren, los políticos pueden pasar de las palabras a los actos:
«Hace
un mes, a raíz del elevado número de riesgos detectados por la
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, me comprometí a hacer todo
lo posible por proteger la población de abejas melíferas. Las
restricciones que hoy adoptamos son la respuesta a ese compromiso y
marcan un nuevo hito en la lucha por garantizar a las abejas melíferas
un futuro saludable porque las abejas desempeñan dos papeles
importantes, como productoras de miel, pero sobre todo como
polinizadoras. Cerca del 80 % de la polinización es obra de las abejas, un proceso natural que no entraña coste alguno».Aunque
la prohibición haya sido un paso de gigante, de aquí a “todo lo posible
por proteger la población de abejas melíferas” queda mucho por hacer.
Debemos unir fuerzas más que nunca y aprender de estos maravillosos insectos, actuar como un verdadero enjambre, y devolverles a ellas lo mucho que nos dan a nosotros.
Luís Ferreirim (@LFerreirim), responsable de la campaña de Agricultura y Transgénicos de Greenpeace España
(Fuente de información e imagen: Greenpeace http://www.greenpeace.org/espana/es/Blog/un-paso-de-gigante-para-la-proteccin-de-las-a/blog/47572/?utm_source=facebook&utm_medium=social_network&utm_term=nicotinoides&utm_content=abejas&utm_campaign=Transgenicos)